Hoy os queremos enseñar la primera boda de la temporada, celebrada en un enclave de ensueño: La Abadía de los templarios, en La Alberca (Salamanca). Los novios, David y Mónica, no tienen ninguna relación cercana con este lugar, pero se enamoraron de este pueblo nada más verlo y no tuvieron ninguna duda: celebrarían el día más especial de sus vidas allí.
Mónica es una enamorada del invierno y su sueño era ser la princesa de un cuento de navidad. Lo pidió con tanta fuerza que ese sueño se hizo realidad: la dama de las nieves bailó bajo los copos agitando su capa e iluminádolo todo con su sincera sonrisa. Nunca fue tan feliz como en ese momento. A su lado, David, la miraba con ojos de enamorado, pleno por ver a su peque así. No necesitaba nada más. Lo había conseguido. Eran marido y mujer y su familia y amigos más allegados habían sido sus cómplices en el día más importante de sus vidas.
Parece un cuento, pero es una historia real. Y real es también la conexión que sentí con esta pareja al conocerla. Me los presentó Asier, un gran amigo de ambas partes (además de un buen compañero de batallas) y enseguida nos dimos cuenta de que nuestra esencia era la misma: sencillez, mimo, naturalidad, espontaneidad, cariño y las cosas hechas con mucho amor. El día de la boda me trataron como a una más de la familia, tanto que pasé todo el fin de semana con ellos, entre amigos, como una más. Les agradezco muchísimo el trato recibido tanto a ellos como a los invitados que me acogieron en esa Villa 1 para no tener que volver con la ciclogénesis explosiva que estaba cayendo.
Con parejas como esta me doy cuenta de que mi trabajo me llena de verdad, a pesar de tener momentos duros. Sobre todo Mónica, muchas gracias por tus palabras cada vez que te he enviado alguna foto, me emociona que te emociones tanto. Como te he dicho alguna vez, mi objetivo es conseguir que gracias a mis fotos podáis revivir los sentimientos de aquel día y ser, al menos por un instante, un poquito más felices.
Gracias.
Da igual las veces que vea las fotos, la emoción inunda de nuevo mis ojos cada vez que una de tus imágenes, Saioa, me viene a la cabeza.
ResponderEliminarSí, nosotros, los mismos que desde el primer momento que te conocimos, te dijimos convencidos que a nosotros esto de las fotos no nos iba y que sólo queríamos unas cuantas fotos del momento; tenemos que reconocer que estábamos equivocado por completo.
Hemos descubierto que CONTIGO, a cualquiera le encanta dejarse retratar, porque con el CARIÑO que nos tratas a todos, todo fue facilisímo, y es más, nos gustó tanto que nos enganchó hasta casi perdernos la comida, jeje.
Sí Saioa, tú eres la artificiera que ha hecho que de, no gustarnos ni apetecernos perder tiempo en las fotos, acabáramos prescindiendo del cócktail y disfrutáramos de vivir ese día tan especial bajo la nieve mientras tú con tu "ojo encantado" retratabas esos momentos de vida para siempre.
Lo que más me gustó al conocerte es eso mismo que tú sentiste también, la conexión; el sentir que compartimos la filosofía de que haciendo las cosas con cariño es la forma más bonita de hacerlas. Y la sencillez por los detalles que hablan por sí solos.
Ahora, pasado ya el momento, no me puedo imaginar ese día tan especial sin tí, Saioa. Fuiste nuestra, testigo, cómplice, nuestra compañera de aventura, pero sobre todo, te convertiste en una AMIGA. Una amiga que escucha, que entiende, que pone todo el empeño en hacer hacer realidad los sueños de los demás. Aún no me creo cómo tienes tantos ojos encantados como para poder captar tantos momentos con tu mirilla!
Sobran las palabras, eso es lo que gritan tus imágenes, todo queda dicho con ellas. Emocionan, llegan a captar todo lo que pasaba en un instante y que a otros ojos podría pasar desapercibido. Sin más, encantados como tu ojo acabamos con tu arte repleto de fotos emocionales y vividas, HERMOSA! Por eso siempre te estaremos agradecidos y en deuda por tu paciencia y por tu cariño incondicional.
Los peques.