Hoy os queremos presentar a una familia que me inspiró profundamente. Alejandra es compañera de trabajo pero no nos conocíamos personalmente. Un día me escribió y me comentó que tenía muchas ganas de tener unas fotos bonitas con su familia. Me contó que para ellos era importante, porque habían pasado por momentos difíciles y era algo que tenían pendiente. Para mi era una gran responsabilidad; quería que se divirtieran y conseguir esa magia que tanto se merecían esas fotografías. Pero en cuanto llegué al bosquecillo de Boadilla en el que quedamos me di cuenta de que no tenía que hacer absolutamente nada especial, la magia la traían ellos de serie.
Rafa es el padre de familia, un hombre con una vitalidad y un buen rollo que contagia a todo el que tiene a su alrededor. Alejandra y su hermano Álvaro tienen una relación muy especial con él, lo pude percibir desde el primer momento. Están muy unidos, se protegen, se ayudan y se quieren muchísimo. Y luego está Antonio, el novio de Alejandra. Creo que es un pilar importantísimo en su vida, solo hay que ver la relación que tiene con el padre y el hermano, llegando a ser un hijo y hermano más para Rafa y Álvaro. Y no nos podemos olvidar de Trasto, el rey de la casa.
Creo que nunca he conocido a una familia así, con tanta positividad y
alegría a pesar de los golpes de la vida. Se respiraba tal cariño entre todos ellos, que salí de la
sesión con una gran sonrisa en la cara que no pude borrar el resto del
día. Y cuando me puse a visionar las imágenes, no pude evitar
emocionarme. Aun hoy si lo recuerdo, me remueve por dentro. Desde aquí, quiero darles las gracias; gracias por transmitir todo ese cariño, y por permitirme ser testigo de la maravillosa familia que han creado.
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