Esther es mi compañera de trabajo en la tele. Es una persona optimista, risueña y alegre. Nunca tiene una mala palabra para nadie, es una de las personas más flowerpower que he conocido jamás. Cuando me dijo que quería que yo fuera la fotógrafa de su boda, me hizo mucha ilusión. Y más cuando me explicó que quería que fuera una boda original, fuera de lo común. Y tanto que lo fue. Pero más tarde os hablaré de eso. Comencemos la historia por el principio.
Érase una vez un profesor de inglés venezolano afincado en Zaragoza. Este profesor comenzó el nuevo curso con una sorpresa: una chica larguirucha y con el pelo rizado apareció a los 15 minutos de haber dado comienzo su primera clase. Ella insistía en que le habían dicho que la clase comenzaba a las 09:30, y que por tanto, llegaba antes de tiempo, y así estuvieron un rato hasta que se dieron cuenta de que había sido un error del centro de estudios, ya que ella estaba citaba para otra clase que no comenzaba hasta la semana siguiente. El caprichoso destino quiso unirles en esa clase de inglés y poco a poco fueron dándose cuenta de que todo lo vivido hasta el momento en sus vidas no había tenido la misma intensidad: de repente los colores comenzaban a ser más vivos, las emociones más intensas... Sí, algo había cambiado.
Y bueno, de esos primeros meses hasta este punto en el que nos encontramos ahora, como en todas las parejas, han habido momentos más y menos dulces, vivencias más o menos complicadas, pero siempre han tenido claro que esa clase de inglés les cambió la vida. No es de extrañar, por lo tanto, que en los votos de Javi, éste hiciera mención a aquel instante tan importante de sus vidas con la frase "como siempre llegaste tarde, llegaste antes de tiempo, llegaste justo a tiempo".
Pero volvamos al día del enlace, que es lo que nos atañe. Decimos que fue una boda súper original porque tuvimos la visita de 3 personajes legendarios del cine: Boba Fett y los soldados de asalto de Star Wars. No creo que haya visto jamás en una boda una cara más expresiva que la del novio cuando vio aparecer por sorpresa a sus personajes favoritos mientras le "engañábamos" en el momento del posado para que hiciera monerías en los columpios hasta que volviera la novia. Sin duda, Esther sabía qué era lo que más ilusión le podría hacer a Javi (aparte de casarse en sí, ¡claro está!), y no dudó en mover cielo y tierra para conseguir crear un instante mágico para su chico.
Otro momento impactante fue el del baile. Los novios se prepararon a conciencia y no decepcionaron. Esther es una gran fan de Dirty Dancing y era su sueño poder realizar el baile final de la película en el día de su boda. Para ello convenció a todos sus amigos, que ensayaron en sus casas para que ese día todo saliera perfecto. Y así fue, un momento increíble.
A mi, a la fotógrafa, esa boda me ayudó personalmente a desbloquear ciertas partes que tenía obstruidas. Llegó en el momento ideal, y aunque empecé el día con el ánimo un poco bajo, la pasión que siento por este trabajo y las emociones que me transmitieron tanto los novios como los invitados, hicieron que terminara el día de forma totalmente distinta. Así que solo puedo decir que...gracias pareja por elegirme y ¡que seáis muy felices!
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