El lugar elegido para un día tan especial no podía serlo menos. Se trata de una finca rústica cerca de Chinchón donde cada rincón tiene muchísimo encanto. Los novios, Nuria y Germán, no querían algo ostentoso, clásico, recargado, sino más bien todo lo contrario; deseaban conseguir un ambiente en el que los invitados se sintieran a gusto, recogidos, combinando la belleza del espacio con el envolvente sonido de la música clásica en directo que hizo de banda sonora del evento. Y estamos seguros de que lo lograron. Fue un enlace íntimo, en el que familiares y amigos fueron partícipes y a la vez protagonistas de uno de los días más felices para la pareja. Éstas imágenes dan fe de ello.
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