Hoy os traemos al blog una de las bodas que más nos ha enamorado esta temporada. Yo tenía muchas ganas de poder hacer un reportaje en La Finca Aldeallana, y cuando Ainhoa me llamó y me dijo que se casaban allí tengo que admitir que me alegré muchísimo de que me eligieran como su fotógrafa, en parte por poder hacer las fotos allí. Cuando les conocí, sentí un feeling muy especial. Es de estas veces que dices "sí, es el tipo de boda y de novios que a mi me gusta".
Ainhoa es muy detallista, le encanta la decoración y los elementos handmade, algo que se reflejó en cada rincón de la finca el día de la boda. Todo tenía su sello, hasta el ramo, que fue diseñado a partir de sus ideas. La casa me enamoró aun más si cabe, un lugar ideal para enlaces de este tipo; y el entorno nos permitió disfrutar de una sesión de posado como las que me gustan, con un atardecer de ensueño.
La ceremonia fue súper divertida y emotiva, llena de risas, lágrimas y hasta alguna que otra actuación sorpresa. Los invitados se entregaron al máximo y lo dieron todo desde el primer momento. Ya en el banquete, Adolfo nos mostró sus dotes de bailarín, dotes que quedaron totalmente demostradas en el baile nupcial. ¡Vaya bachatita se marcaron los dos!
Gracias chicos por hacer que mi trabajo haya sido tan fácil en esta ocasión, con lo bonito que os quedó todo y lo guapísimos que estabais era complicado que el reportaje saliera mal 😘😘😘.
Fotografía: El Ojo Encantado
Finca: Aldeallana (Segovia)
Vestido: Valensole Atelier
Zapatos: Adela Gil