Cuando Erika me llamó hace un año para decirme que quería que yo hiciera las fotos de su boda, me di cuenta en esa misma conversación de que se trataba de una mujer con las ideas muy claras y una personalidad arrolladora. Y no me equivoqué. No me conocía de nada, pero solo con ver las fotografías que tiempo atrás le había realizado al niño de una compañera de trabajo, decidió que quería que El Ojo Encantado fuera quien retratara ese día tan importante. Me sentí abrumada por la confianza que puso sobre mi desde el primer momento, y desde aquí se lo quiero agradecer. Es muy halagador que personas confíen en tu trabajo sin ni siquiera conocerte, solo con ver otras fotografías. Cuando nos reunimos por primera vez, me acogieron en su casa, como si fuera ya una amiga más. Me contaron su historia de amor, cómo se habían conocido (¡a Erika le encanta contarla!) y en seguida me di cuenta del amor que se tenían entre ellos. Son una pareja que se complementa a la perfección: Jorge tiene un gran sentido del humor y es más calmado, y Erika es un torbellino brasileño maravilloso que no deja indiferente a nadie.
El día de la boda fue genial, aunque comenzó con un poco de nervios... pero después todo fue rodado. La finca, El monte de los ángeles, situada en Torrelodones, nos ofreció vistas inmejorables a las formaciones rocosas tan impresionantes de la zona.
Mucha suerte pareja, ¡os deseamos que sigáis siendo tan simpáticos y felices juntos!